2 Corintios 1:3 Bendito sea el Dios y Padre de nuestro Señor Jesucristo, Padre de misericordias y Dios de toda consolación,
Adoremos a Dios y comprendamos que Dios está atento para consolarnos de cualquier tribulación.
Y de esta manera aprenderemos de su consolación para poder consolar a los que están en tribulación.