Hebreos 4:16 Acerquémonos, pues, confiadamente al trono de la gracia, para alcanzar misericordia y hallar gracia para el oportuno socorro.
Creo que cuando cometemos algún pecado nos da vergüenza acercarnos a Dios, posiblemente porque pensamos que nos regañará, castigará, no nos aceptará o cualquier otro pensamiento que nos viene a la mente o al corazón.
Pero hay algo muy precioso en Hebreo 4:16 dice «acerquémonos con confianza al trono de la gracia» y es Dios diciéndonos «Cometiste pecado, pero acércate a mí con confianza, yo soy el único que te puede dar misericordia y rescatarte de cualquier pecado». Dios solo necesita que nos arrepintamos, Él sabe que pecamos pero Él también sabe que Él es el único que nos puede librar del pecado.
Así que acerquémonos con confianza y recibamos de su amor y busquemos el arrepentimiento por medio de su gracia.